Una alimentación saludable es aquella que aporta todos los nutrientes esenciales y la energía que cada persona necesita para mantenerse sana. La alimentación variada asegura la incorporación y aprovechamiento de todos los nutrientes que necesitamos para crecer y vivir saludablemente.
A través de la alimentación prevenimos enfermedades como diabetes, osteoporosis, hipertensión, obesidad, enfermedades cardiovasculares, anemia y algunos tipos de cáncer entre otras.
Es importante elegir alimentos de origen vegetal, como cereales, legumbres, hortalizas y frutas, lácteos preferentemente descremados y carnes magras. Asi mismo, se debe controlar el consumo de aquellos que contienen un alto nivel de grasas, azúcar y sal. Muchas veces, la información escasa o errónea, la falta de tiempo y los malos hábitos pueden hacer que nuestra alimentación no sea la adecuada, propiciando así la aparición de enfermedades. Para evitarlo, es necesario incorporar hábitos saludables como los siguientes:

-Comer despacio: el cerebro recibirá tanto señales químicas como visuales del hecho de estar comiendo y esto servirá para comer menos y digerir mejor.

-Comer 4 a 5 veces por día: las colaciones son útiles para evitar llegar con hambre a las comidas.

-No comer por ansiedad: suele elegirse comida no muy saludable que, por lo general, no se disfruta y que no es beneficiosa para el bienestar propio.

-Seleccionar: comer con moderación e incluir alimentos variados en cada comida.
Hay seis grupos de nutrientes básicos que necesita el organismo: agua, proteínas, grasas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales. Para obtener una dieta equilibrada, deben combinarse los alimentos según los nutrientes que contengan.

-Tomar abundante líquido, al menos dos litros por día: evitar el consumo de gaseosas y bebidas artificiales, optando por agua y jugos naturales.
El agua no contiene calorías ni aditivos, por lo que además de proveer una hidratación saludable, puede contribuir en el control y prevención del sobrepeso y la obesidad, diabetes de tipo II, hipertensión, cáncer de colon, cáncer de mama y depresión. Además, es determinante en el consumo de energía, por lo que resulta fundamental para conseguir el equilibrio energético y el control del peso favorable de la respuesta metabólica.

-Es importante realizar actividad física regular: caminar, andar en bicicleta o correr de 30 a 45 minutos, tres veces por semana, beneficia al estado del cuerpo e incluso al estado anímico. También contribuye a disminuir la presión arterial y a eliminar grasas; aumenta la capacidad pulmonar, la tonicidad muscular y la absorción de calcio en la estructura ósea.

 

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